ISAÍAS (Biblia de Jerusalén)
Capítulo 34
4 Decid a los de corazón inquieto:
¡Sed fuertes, no temáis!
Mirad que llega vuestro Dios vengador,
Dios que os trae la recompensa;
él vendrá y os salvará.
5 Entonces se abrirán los ojos del ciego,
las orejas de los sordos se destaparán.
6 Entonces saltará el cojo como ciervo,
la lengua del mudo gritará de júbilo.
Pues manarán aguas en el desierto
y correrán torrentes por la estepa;
7 la paramera se trocará en estanque,
y el país árido en manantial de aguas.
En la guarida de los chacales
verdeará la caña y el papiro.
8 Habrá allí una senda purificada,
que la llamarán Vía Sacra;
no pasará el impuro por ella,
ni los necios por ella vagarán.
9 No habrá leones en ella,
ni por ella subirá bestia salvaje;
los rescatados la recorrerán.
10 Los redimidos de Yahvé volverán,
entrarán en Sión entre aclamaciones:
precedidos por alegría eterna,
seguidos de regocijo y alegría.
¡Adiós, penas y suspiros!
¡Sed fuertes, no temáis!
Mirad que llega vuestro Dios vengador,
Dios que os trae la recompensa;
él vendrá y os salvará.
5 Entonces se abrirán los ojos del ciego,
las orejas de los sordos se destaparán.
6 Entonces saltará el cojo como ciervo,
la lengua del mudo gritará de júbilo.
Pues manarán aguas en el desierto
y correrán torrentes por la estepa;
7 la paramera se trocará en estanque,
y el país árido en manantial de aguas.
En la guarida de los chacales
verdeará la caña y el papiro.
8 Habrá allí una senda purificada,
que la llamarán Vía Sacra;
no pasará el impuro por ella,
ni los necios por ella vagarán.
9 No habrá leones en ella,
ni por ella subirá bestia salvaje;
los rescatados la recorrerán.
10 Los redimidos de Yahvé volverán,
entrarán en Sión entre aclamaciones:
precedidos por alegría eterna,
seguidos de regocijo y alegría.
¡Adiós, penas y suspiros!
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